05 de Diciembre 2008
Pocos acontecimientos son tan definitorios del carácter de Aguascalientes y su gente como la Feria Nacional de San Marcos. Celebrada por primera vez en 1828 en un parián a medio construir, trasladada al jardín de San Marcos en 1848 y convertida con el paso del tiempo en un complejo evento que involucra por partes iguales el regocijo popular, fiestas de corte tradicional, grandes exposiciones comerciales, un serial taurino que se ha consolidado como el segundo más importante del país, eventos culturales de primera categoría y la infaltable jugada, la Feria Nacional de San Marcos es un verdadero crisol de las múltiples identidades del pueblo que la goza y le ha dado vida y fama.
La razón de la longevidad de la fiesta abrileña reside en el hecho indiscutible de que es un gran motor de la economía aguascalentense, tanto de las actividades turísticas y de servicios, como de las comerciales y agropecuarias. La gran afluencia de turistas provenientes de todo el país y del extranjero así lo demuestra, pues en la edición 2008 se produjo una derrama económica cercana a los 2 millones 230 mil pesos, así como la generación de 6,000 empleos. Estos resultados extraordinarios, que son producto de un modo nuevo de hacer turismo y de estimular la economía local, permiten demostrar que la apuesta por modernizar e internacionalizar la Feria Nacional de San Marcos es correcta.
La celebración 2008 ha sido la mejor en 180 años de vida, ya que fue la más extensa e intensa de su historia; testigo de ello fue Distribuidora Cuauhtémoc Moctezuma, que una vez más estuvo presente en la magna festividad , la cual se extendió por un amplio espacio de más de 90 hectáreas que albergó los diversos escenarios para el disfrute de los 7 millones de feriantes, quienes tuvieron la posibilidad de acceder a los casi 2,000 eventos realizados para satisfacer todas las necesidades y cumplir todos los deseos. Hacer de la Feria Nacional de San Marcos la mejor del país, y una de las más atractivas del mundo, ha distinguido el espíritu aguascalentense de preservar las condiciones de progreso, modernidad y justicia.