05 de Junio 2009
Sin lugar a dudas el tequila es el ejemplo más representativo de los agronegocios mexicanos, ya que sería imposible hablar de su éxito en el mundo sin hablar del Agave Tequilana Weber variedad azul, materia prima indispensable para la elaboración de nuestro tequila. Dicho de otra manera: “sin agave no hay tequila y sin tequila no hay agave”. Esto hace que hoy en día, tanto industriales como agricultores, veamos a la cadena Agave-Tequila como un factor de unidad para llevar a mejor destino un negocio del que dependen más de 30 mil familias y cuyo resultado final, el tequila, es la identidad de México en el mundo.
Una muestra clara del interés de los actores que participamos en la cadena Agave-Tequila ha sido la creación del Consejo Regulador del Tequila, fundado en 1994 a iniciativa de los productores de tequila, quienes invitan a participar, en igualdad de condiciones, a los productores de agave y con el apoyo total de los gobiernos federal y estatal. Hoy en día, a través del Consejo, se consensan los objetivos en el corto, mediano y largo plazo para lograr el equilibrio tan deseado que nos lleve a planear un futuro con mayor certidumbre y justicia.
Sin embargo, para lograr una mejor armonía entre el campo agavero y la industria tequilera, necesitamos apegarnos a un nuevo marco jurídico que fije claramente las responsabilidades de ambas partes y, desde luego, asegure un futuro cierto a una industria que es reconocida universalmente y que es orgullo de México.
Es verdad que el prestigio del tequila crece día con día, que cada vez ampliamos más nuestros horizontes comerciales, y en la medida que más países aceptan nuestros productos crece el compromiso de blindar nuestro desarrollo. Prueba de ello es que la industria cuenta, además de una Denominación de Origen que delimita la zona protegida para el cultivo del agave y la producción del tequila, con una Norma Oficial Mexicana para el tequila que establece con precisión los requisitos técnicos que deben atenderse de manera obligatoria por todos aquellos involucrados en la producción de la bebida.
Hoy en día nuestro tequila se exporta a más de 120 países en los cuales, gracias al compromiso de la cadena productiva Agave-Tequila con la calidad, es reconocido como una bebida de alto valor, y con ello logramos generar desarrollo económico para nuestro estado y elevar el prestigio de nuestro país en el concierto del comercio internacional.
En la actualidad son más de 150 las empresas que se dedican a producir tequila con más de 1,000 marcas vigentes y certificadas de envasado nacional y alrededor de 200 en el extranjero. Esa es la dimensión de nuestra industria que es líder en el mercado nacional, pues el tequila es la bebida espirituosa de mayor venta en nuestro país y, a nivel internacional, es una de las categorías de mayor crecimiento.